Rebeca
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Yo estuve en una casa hogar haciendo labor social desde que tenía 12 años. Pasé por varias casas y me di cuenta que existen muchas fallas. Por ejemplo, tu ibas a dejar leche en un lugar regresabas al día siguiente y el tarro gigante ya se había acabado y era por que las señoras sacaban la leche, la vendían o se la llevaban para ellas y decían que ya no quedaba.
Desde que tenía 12 años, cuando conocí la casa de acogida Inés Chambers, he estado ahí todos los domingos, es en gracias a esa experiencia que me doy cuenta de que muchos de los niños con problemas psicomotrices o discapacidades psiquiátricas, son consecuencia de maltratos en el hogar. Pocos son los que están en esas casas de hogar que nacen con esas discapacidades. Sí veía bastantes niños con problemas de conducta severos, autismo, síndrome de down, y problemas psiquiátricos, desde genéticos o causados por su entorno.
La intervención que yo iba a hacer a casa de hogar era para jugar y hacer vínculo afectivo con los menores. Tras ver la necesidad de intervención en los con algún problema de salud derivados del entorno, empecé a darles terapias. Fue desde entonces, cuando me di cuenta de que uno de los principales factores de riesgo que tienen los niños con alguna discapacidad, es que se les hace difícil entablar un apego seguro con las personas. Yo trabajaba con niños que tenían problemas psicomotrices. A estos menores, la imposibilidad de caminar bien o algún tipo de traumatismo había sido causada por fuertes maltratos durante un largo periodo de vida. Este es un factor que imposibilita el vinculo entre la familia adoptante y niño.
El sistema de adopción en Ecuador, bajo mi perspectiva, tiene que cambiar radicalmente. Entre otras cosas, porque el seguimiento que el Gobierno da a los niños que están en el sistema o que ya salieron, no es bueno, siempre depende de quién es el director encargado en el momento. Además, se ponen muchísimas trabas, la edad de los padres, el estado civil, el tiempo de espera, el dinero que necesitas, etc.
Este es un sistema paupérrimo, corrupto 100%, que no vela por el derecho de los niños, sino por las estadísticas, es por eso que reinsertaron a los dos primeros niños que acogimos en nuestra familia. Quienes fueron reinsertados en su familia biológica. Se los adjudicaron a la abuela, quien decía estar en plenas facultades para cuidarlos, pero nunca hicieron investigaciones sobre los problemas psiquiátricos, y económicos de la abuela, simplemente los reinsertaron ya que eso representaba una buena estadística a nivel nacional, más niños reinsertados en sus familias, mejor sistema de rehabilitación.
Le falta mucho al país aprender sobre la cultura de la adopción, desde la educación se empieza. Al no normalizarla, se sigue viendo cómo si se tiene que hacer a escondidas, por debajo de la mesa. Todavía existe mucha vergüenza en las mujeres, y los hombres que no pueden tener hijos.
"Este es un sistema paupérrimo, corrupto 100%, que no vela por el derecho de los niños, sino por las estadísticas"
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Nosotros como familia iniciamos un proceso para ver si éramos familia de acogida de unos niños. Tratamos de poner en marcha, junto a otra familia, un proyecto de acogida temporal. Nosotros nos trajimos a 4 niños a la casa, dos hermanos, y otros dos chiquitos. Los niños al principio solo venían en navidades, después los findes de semana, más adelante empezaron a venir las vacaciones de quinquemestre y después vacaciones de los tres meses de clase. Tratamos de implementar el sistema de Estados Unidos, el Foster Family. Para sacar a los niños de la casa hogar firmábamos un papel conforme nos lo llevábamos al doctor y ya per realmente nos lo llevábamos a las pero había lugares que no podíamos frecuentar (mail del fortín, san marino, policentro ) por que eran lugares cercanos de donde los niños habían salido y podíamos encontrarnos a sus familiares.
Los niños que “acogimos” tenían trece, once 3 y 2 años. Los de 11 y 2 años, eran los hermanos de los que hablé anteriormente, quienes fueron reinsertados. Desde que los devolvieron a la familia, hace 5 años, no han ido a la escuela, el gobierno no les hizo un seguimiento, ellos son niños perdidos. Sus padres eran drogadictos. Los dos niños tenían problemas emocionales severos, uno de ellos, el pequeño, se levantaba todos los días a la dos, tres de la mañana con muchas pesadillas recordando como se los habían llevado de la casa, como los retiraron del hogar.
A los otros dos niños los adoptaron. A Uno de ellos, el de 13, lo adoptó los sobrinos de un amigo de mi madre que habían estado en la búsqueda durante diez años. Siempre les ponían trabas. En esa adopción les pidieron mucho dinero, por ejemplo tenían que entregar un papel notarizado que les costaba 500 dólares. Gracias a dios, la familia adoptiva tenía posibilidad de pagar y ellos pagaron por el niño. Esta misma familia logró adoptar a dos niñas más pero esta familia había pasado por 6 otros niños, les entregaban un niño y después le decían que ya lo habían adoptado anteriormente y se lo quitaban, les decían que el niño no aplica para adopción.
Edison, el niño de tres años que acogimos, fue adoptado por una familia de estrato social medio-bajo. A ellos se les hizo más fácil en relación a la otra familia, ya que no les pidieron dinero, únicamente se demoraron dos, tres años en finalizar el proceso. Cursos, seminarios, papeleos, pruebas médicas y esperas.
La otra familia que empezó el plan piloto de acogida con nosotros, acogieron un niño, y lo terminaron adoptando, cómo tenían dinero logró pagar para adoptar al niño.
" En esa adopción les pidieron mucho dinero, por ejemplo tenían que entregar un papel notarizado que les costaba 500 dólares"
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Mi padre, hace unos años, trajo a unos amigos de Holanda que adoptaron en Ecuador a su hija, ella quería conocer la casa de acogida de donde fue adoptada. Mi papá, cuando fuimos a la casa, se enamoró de un niño, Kevin, y lo quiso adoptar, y ahí mismo le pidieron 30.000 dólares por el niño y se lo podía llevar. El sistema dice que no pasa, pero sigue sucediendo. Casos que piden dinero a cambio de niños.
Eso sí, cuando una familia quiere adoptar a un niño con alguna necesidad médica o discapacidad, por lo general el estado, la jueza, el abogado, etc. no piden dinero, porque lo que quieren es que el caso “problema” se vaya del sistema, otro logro más a las estadísticas.
Las personas que adoptan, que entran en el sistema, son familias emocionalmente lastimadas por haber intentado varios años tener hijos biológicos y no han podido. Entonces decirle a estas personas que adopten algún niño o niña que tiene alguna dificultada, discapacidad, no neurotípicos, con falla cromosómica o alteración genética o alguna enfermedad psiquiátrica, es mucho más difícil. Hay muchas dudas de que va a pasar. Cuando se trata de un problema psiquiátrico, siempre piensan en la familia, ¿de qué familia viene?, ¿viene de familias con psicosis, también?, ¿voy a tener algún problema con ellos? y esto y esto. Todas estas incógnitas y más influyen en la decisión.
Además se le une el hecho de que el gobierno no te da un seguimiento. Por ejemplo en Estados Unidos hay psicólogos que trabajan con familias y niños adoptados, hay un sistema que te respalda. Tu puedes tener una necesidad con tu hijo adoptado con discapacidad, y allá te respaldan. Aquí conozco una cantidad de casos de familias que devuelven a los niños a las casas de hogar como paquetes dañados.
Esto sucede porque no hay existe entre familia e hijo, ese vínculo que se hace con la Foster Family en EEUU, y que intentamos implementar nosotros. Esto se consigue, creando un vínculo, una relación previa a la adopción definitiva. Al no haber ese sistema que te respalda te haces hacia atrás por el miedo al niño que te “toque”.
Otros factores que dificultan la adopción, son la parte emocional de la familia, que está muy lastimada, y el sistema que no se convierte en una red de apoyo para los padres sino que obstaculiza muchas cosas durante y después del proceso.
Por ejemplo, de Edison (a quien acogimos de 3 años), nosotros sabíamos ciertas cosas. Nos contó sobre su familia. Su madre, prostituta, se envenenó y se murió delante de los niños. Las autoridades la encontraron podrida en la casa después de 4 días. El tenia más hermanos que los separaron por ser solo hijos del papá y no de los dos. No los conoce pero se acuerda únicamente de los nombres, cuando lo adoptaron no nos dejaron conocer a la familia, fue mucho después cuando nos rencontramos.
Hablando con el padre, Daniel, le pregunte si sabían toda la historia de él. Me dio una carpeta que le había dado el MIES. Esta únicamente decía: “niño traído por DINAPEN el 14 de febrero a la casa hogar. No tiene tuberculosis, sida, enfermedad alguna, (resultados de exámenes que le hicimos nosotros como familia de acogida), y ya. Solo indicaba la parte clínica, no la historia que había detrás de él.
Si a la familia de un niño que recién llega a la familia, que puede tener reacciones neuroatípicas, le ocultan todo este tipo de información, como su pasado, mas adelante se dificulta la empatía padre hijo y el rechazo de este a adoptar a otro menor.
"Cuando una familia quiere adoptar a un niño con alguna necesidad médica o discapacidad, el estado, la jueza, el abogado, etc. no piden dinero, porque lo que quieren es que el caso “problema” se vaya del sistema"
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Edison, mi hermano, quien acogimos con 5 años fue adoptado por Daniel Castañeda. De hecho si ese año que lo acogimos no se le encontraba familia, nosotros íbamos a hacer lo posible para adoptarlo. Lo que sea si nos tocaba pagar simplemente lo hacíamos. Mi padre me dijo “ustedes se van a demorar un año más en graduarse, por que no voy a apagar todas las materias”, “si antes se compraba leche Svelty, pues ahora habrá Rey Leche pero si hay que pagar por Edison se paga”. Al mes encontró a esta familia maravillosa.
Después de ser adoptado, me prohibieron todo tipo de contacto con él. Nos dijeron simplemente que se fue con una familia en Samborondón. Yo soy profe así que con todas mis amigas busqué en los colegios de Samborondon, en las fundaciones, casas por casas buscándolo durante tres meses. Yo solo quería verlo y saber qué era feliz. Buenos, pues un día me puse a revisar mis comentarios de Facebook por que me di cuenta que en una tenia mil y yo tengo las cuentas privadas por lo que me pareció raro. Y me llegó un mensaje de Daniel Castañeda y ¿quién es ese man? Al entrar y ver el mensaje, me puse a llorar, a temblar, chillaba, llame a mi madre y ni siquiera pude hablar mi novio tuvo que decirle.
Edison se acordaba de Vía la Costa, y un día que se iba a la playa le dijo al papá que ahí vivían sus hermanas. El padre pensó ¿tiene hermanas? ¿Qué voy a hacer?, ¿me lo van a quitar?, pero el niño insistía en que quería vernos. El papá decidió entro a Puerto Azul y recorrió por todas las calles, pero le niño no reconocía la casa. Fueron a otras ciudadelas donde podían entrar, pero a Belhorizonte dónde estábamos nosotros no. Y desistieron. Entonces Edison, se acordó de mi nombre, por que siempre que salíamos, a los centros comerciales le decíamos que si se perdía debía gritar salvajemente, hasta quedarse sin voz, “donde estas Rebeca Gavilanes!”. Él se aprendió ese grito y de ahí fue que le dijo a sus padres como me llamaba para que me buscaran en las redes. Y me encontraron. Quien me escribió en Facebook, era
